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El siguiente trabajo tiene como objetivo examinar la vinculación de la poética herreriana con el movimiento manierista en el primer Siglo de Oro español.
El estilismo manierista apunta, sobre todo, a romper con los principios de regularidad y armonía del arte clásico y a sustituir su normalidad por rasgos más inquietantes y subjetivos. Entonces, el Manierismo parte de la disolución de la estructura del espacio y continúa por descomponer la escena que se representa en el campo compositivo. Desde esta misma perspectiva, la poesía de Fernando de Herrera muestra la disolución de la materia espacial que se expresa en las proporciones y en la significación temática de las figuras poéticas que no necesariamente mantienen una relación entre sí que pueda simplificarse en una dualidad marcada: el efecto final es, entonces, el movimiento de figuras reales en un espacio algunas veces irracional y otras, paradójico.
En el corpus seleccionado, a partir de la edición de Versos de Fernando de Herrera (Pacheco, 1619), se hacen visibles ciertos rasgos que permiten observar la composición de la estética de la transición. En este sentido, y para dar cuenta de este proceso, se realizará un análisis integral de las matrices discursivas: la construcción del sujeto, el destinatario, la materia del enunciado, los tópicos, los ejes temáticos ‒evidentes y obturados‒; la composición de la creación artística mediante la transferencia de ideas.
Asimismo, se intentará explicar cómo se transforma el paradigma compositivo renacentista a través de un procedimiento de reconceptualización y resemantización de algunos elementos que, luego de su paso por el Manierismo, darán lugar a la estética barroca.

Fernando de Herrera; Manierismo; poesía; pintura; phantasía