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La palabra inaugural de la Novela de la gitanilla (1613) ‒y por lo tanto de las Novelas Ejemplares‒ de Miguel de Cervantes Saavedra es una ambigüedad. Esta ambigüedad se plasma a lo largo de todo el texto a través de las valoraciones tanto positivas como negativas con respecto a la sociedad gitana como también hacia la protagonista de la obra. El presente trabajo busca decodificar tales ambivalencias, que observamos, por un lado, en el desarrollo de la relación de la sociedad gitana con el dinero y la acción que este ejerce tanto en la gitanería como en la sociedad cortesana y, por otro lado, en la elección de cada personaje, pero principalmente en la de una protagonista mujer, gitana, hermosa e inteligente.
Estas ambigüedades producen un alejamiento con respecto a un relato convencional y estigmatizante, el cual solo introduciría una crítica lisa y llana de la sociedad gitana. Estos quiebres o alejamientos son considerados monstruosos, teniendo en cuenta la total censura de esta sociedad durante el Siglo de Oro.
Sin embargo, se encuentra un punto incluso más monstruoso que es el que sostiene los quiebres: el narrador, quien, inmerso en una dualidad constante, se instala entre medio del relato convencional y el gitano. Es en este punto intermedio en donde se inscribe la monstruosidad de la ambigüedad en las concepciones positivas y negativas de cada personaje y en todo el texto. En este trabajo se hace una lectura del narrador de la historia para descifrar sus intervenciones, elecciones y silencios, creadores de la ambigüedad en el texto.

narrador; monstruosidad; sociedad gitana; ambigüedad; mujer