Abortar en condiciones de clandestinidad es una experiencia compleja y multidimensional, que, en mayor o menor medida, constituye un evento significativo en la salud y en la vida de las mujeres. En los últimos años, en contextos restrictivos, las mujeres utilizan cada vez más el aborto medicamentoso, es decir, el uso de fármacos como el misoprostol para interrumpir embarazos. Administrado de determinada manera, ha cambiando el modo de acceder a un aborto seguro.

En la presente ponencia, a modo introductorio, recorreremos parte del rastreo bibliográfico realizado en torno a investigaciones regionales que han indagado aspectos vinculados al aborto medicamentoso y la salud mental de las mujeres.

Posteriormente, realizaremos algunas consideraciones sobre las nociones de salud mental que hemos elegido para enmarcar teóricamente nuestra investigación en curso, desde una perspectiva de género y derechos. La misma tiene por objetivo comprender las significaciones que las mujeres construyen sobre sus experiencias de aborto voluntario medicamentoso en contexto de clandestinidad en relación con la salud mental, en la región de Cuyo, Argentina a partir del 2010.

Partimos de conceptos propuestos por la psicoanalista Mabel Burin desde el modelo tensional-conflictivo para la comprensión de la salud mental de las mujeres, el cual entiende que las crisis accidentales en la trayectoria de vida de las mujeres –como el aborto frente a un embarazo no deseado- pueden ser oportunidades propiciadoras para la transformación de la salud mental. A su vez, nos posicionamos desde una concepción participativa de la salud que legitima participaciones, saberes y experiencias diversas en la definición y construcción colectiva de la salud mental.