Última modificación: 2018-11-27
Resumen
Tras la muerte de Angélica Palma en Rosario, sus restos fueron trasladados a Lima donde una comitiva oficial conformada por ministros y autoridades, connotados intelectuales y artistas de la época esperaba para rendirle homenaje en honor a su brillante trayectoria como escritora, maestra y activista en la lucha por la igualdad de los derechos de las mujeres. Pero el contenido de los discursos y artículos provenientes de la esfera pública destacan, más que las calidades profesionales e intelectuales de la homenajeada , sus virtudes de abnegada y dilecta hija de Ricardo Palma así como su “feminidad atrayente”, “su cauto feminismo”, “su discreción y modestia”. Sin embargo, el que Angélica Palma haya empleado los seudónimos “Araceli” y “Marianela” en sus primeras novelas y artículos periodísticos mientras vivió su padre y que empezara a firmarlos con su propio nombre solo después de fallecido, así como la disconformidad de muchos de sus personajes femeninos ante las imposiciones de la sociedad patriarcal son claras señales de un “feminismo” que requiere de mayor indagación. Partiendo de la premisa de que la vida y la obra de Angélica Palma parece debatirse entre obedecer la ley del padre y la necesidad de buscar un camino propio, en el presente trabajo me propongo estudiar, centrándome en la novela Por senda propia (1921) la manera como la hija y la escritora logró conciliar, o no, y a qué precio, los mandatos patriarcales y su proyecto escritural.