Tamaño de fuente:
¿Hasta dónde cuidar para cuidarme a mí y poder seguir cuidando? Experiencias de mujeres cuidadoras hospitalarias
Última modificación: 2018-11-27
Resumen
El objetivo del trabajo es describir y analizar las formas en que las mujeres empleadas como cuidadoras hospitalarias, regulan y gestionan (a) el cuidado remunerado, (b) el cuidado de sí y (c) el cuidado dentro de sus hogares (no remunerado). El universo de estudio está constituido por cuidadoras hospitalarias asignadas a bebés, niñxs y adolescentes que son atendidxs por un Servicio de Cuidados Paliativos Pediátricos. Se realizaron entrevistas abiertas, extensas y recurrentes, y observación en las salas de internación de un hospital (Hepatología, Nefrología, Terapia Intensiva, Neonatología, Cardiología, Traumatología y Clínica) durante junio-diciembre de 2016 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A partir de un enfoque antropológico, me aproximo a la organización del cuidado desde la perspectiva de quienes son empleadas como cuidadoras hospitalarias. Las mujeres, en sus elecciones, establecen límites en el compromiso afectivo que conlleva la provisión del cuidado a bebés, niñxs y adolescentes del hospital, para dar lugar al autocuidado que sería condición de posibilidad de la provisión del cuidado en el ámbito doméstico. De esta forma, muchas mujeres solicitan cambio de “paciente asignado”, cuando empeora la situación clínica. También solicitan cambio de sala cuando han acontecido muertes consecutivas en la misma. Este tipo de estrategias tienen como finalidad, continuar con el trabajo de cuidado remunerado pero “estando bien” y “sin sufrir”. Asimismo, este “estar bien” tiene por finalidad “estar bien para cuidar a los míos”, es decir, para cuidar a los miembros de sus familias. Se tejen entonces redes de cuidados que afirman al autocuidado de las mujeres como la piedra angular que concilia ambos trabajos de cuidado: el remunerado y el no-remunerado.
Palabras clave
cuidado;mujeres cuidadoras;hospital;niñez
Texto completo:
PDF