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El siguiente trabajo tiene como objetivo, a partir del cruce de dos análisis de disciplinas diferentes, a saber, la Teoría del Arte y la Teoría Política, comparar un hecho de ficción y un hecho histórico, ambos a partir de sus respectivos relatos.  Uno y otro hecho, la muerte de Polinices en la tragedia griega Antígona de Sófocles (442 a.C.) y la muerte de Frínico (411 a.C.) durante el golpe oligárquico a la Democracia Ateniense, se dan dentro del mismo ciclo histórico de cien años ininterrumpidos del primer experimento democrático de la historia de Occidente. Por otra parte, comparten un sujeto histórico: Sófocles, autor de Antígona y actor político influyente durante el golpe. De la comparación de ambas cuestiones, surge la coincidencia del tratamiento de ambos cadáveres, en tanto traidores a su comunidad en vida, a los que se debe dejar insepultos tras la muerte como castigo ejemplar, lo que, también, permite ahondar en la significación humana del rito del entierro.La reflexión sobre lo anterior nos conduce a la conclusión acerca de los mecanismos y operaciones que el poder efectúa “en y a través” de los cuerpos como soporte para su supervivencia en la vida política.

poder; cuerpos; cadáveres insepultos; traición