En los años previos a la proclamación de la independencia en América Latina, en general, y en Chile en particular, hubo una serie de personas que colaboraron con sus ideas para que la autonomía y libertad política llegara a estas tierras. Una de ellas es Manuel de Salas, hombre culto y acaudalado, nacido en 1754, que ocupó diversos cargos antes y después del proceso emancipador. Postulaba el progreso para su patria y para ello incentivó el comercio, la agricultura, la minería y las obras públicas. Sin embargo, para que ese progreso se concretara era necesaria una institución que preparara a la juventud para emprender en los diferentes ámbitos económicos que postulaba; por lo mismo, funda la Academia de San Luis en 1797. Como, a través de ella, impulsaba cambios al orden establecido por España, estuvo a punto que tal institución educacional fuera cerrada; gracias a sus contactos y prestigio ganado, pudo mantenerla. Esta Academia fue la base para que, en 1813, ya proclamada la Primera Junta de Gobierno el 18 de septiembre de 1810, se fundara por los patriotas, el Instituto Nacional, institución educacional pionera de la educación pública en Chile desde su creación hasta la actualidad.

Por sus ideas libertarias, cuando se produjo la Reconquista por los españoles en 1814, fue desterrado a la Isla Juan Fernández, hasta la proclamación de la Independencia en 1818. Al retornar fue nombrado director de la Biblioteca Nacional, que había sido fundada también en 1813.

En esta ponencia se persigue describir y analizar la vida y el pensamiento de este ilustre patriota, como, asimismo, la labor desarrollada por la Academia de San Luis, institución señera para que viniera posteriormente con la independencia y la república en Chile, la educación pública, tan importante para el desarrollo del país.

La metodología es la propia de los estudios históricos, es decir, se recurrirá a fuentes primarias (sus escritos) y secundarias (lo escrito sobre él por destacadas personalidades).