Última modificación: 2017-07-17
Resumen
Los estudios de mujeres surgieron al calor de movimientos sociales emancipatorios (Boria, 2008) y fueron tomando cuerpo en el espacio científico-académico a la luz de una reflexión teórica sobre la puesta en acto, en el espacio social, de la compleja vinculación histórico-educativa entre la política, la pedagogía y la constitución de subjetividades (Barrancos, 2017; Boria, 2009; Ciriza, 2016).
A partir de este horizonte que repiensa los estudios de mujeres al inscribir la categoría de gender como un acontecimiento específicamente interdisciplinario dentro del campo de las ciencias sociales, se cuestionan justamente los límites teóricos de las disciplinas en tanto “arbitrarias y funestas para el pensamiento” (Boria, 2008). Esta operación teórica y política abre una categoría analítica histórica (Scott, 1999) que piensa al género en su vinculación con los fenómenos de la vida en comunidad (es decir, con los discursos sociales) sosteniendo que en el espacio cultural se producen relaciones significantes y códigos genéricos que ordenan socialmente la relación entre los sexos; y en este sentido la pedagogía (en tanto transmisión intergeneracional y herencia cultural) atraviesa la totalidad de las experiencias de formación subjetiva en cada cultura y en cada contexto espacio-temporal.
Situados desde una preocupación educativa y cultural en torno de políticas de identidad que impactan en la actualidad en la formación ciudadana y en los vínculos sociales, indagamos las formas, transformaciones y emergencias de nuevas subjetividades epocales contemporáneas, e interrogamos en este caso el valor pedagógico y social del movimiento argentino “Ni una menos”, desde la mirada histórica de los diferentes legados de las corrientes feministas del siglo XX e inicios del siglo XXI (entre otras -a partir de la publicación de El segundo sexo de Simone de Beauvoir, en 1949- el llamado feminismo francés de la diferencia; el feminismo radical y las teorías performativas del movimiento queer). Desde aquí pensamos los aportes de los feminismos a las llamadas pedagogías queer y de frontera (en la clave de las pedagogías populares críticas que resisten toda clausura o impugnación del poder, como lo plantea Giroux) frente a las pedagogías normativas o disciplinarias propias de los procesos centrales y centralizados -predominantemente escolares- de nuestra modernidad educativa.
En el cruce entre las prácticas culturales y las herencias y lazos vitales comunes que cada sociedad sostiene y transmite en el tiempo, los feminismos producen y articulan diversos discursos -académicos, artísticos, históricos, culturales y sociales- mediante manifestaciones que han logrado hacerse crecientemente visibles y resonantes en el espacio público, tensionando la discusión por la especificidad de las diferencias sexuales, de género, económicas, subjetivas y culturales (en torno de los presupuestos teórico-políticos que atraviesan las luchas) con la pugna por la igualdad jurídica de derechos y la ampliación de derechos de ciudadanía (en tanto identidades colectivas).
En este trabajo abordaremos el vínculo entre políticas de Estado recientes contra las violencias hacia las mujeres (en particular, nuevas legislaciones y programas educativos nacionales) y el dispositivo de visibilización, denuncia y sanción social de casos y experiencias de violencia de género llevado adelante en la Argentina desde el colectivo “Ni una menos”, que logró emerger e instituirse fuertemente en la última década, dadas las crecientes estadísticas generales de femicidios (instancia extrema de la violencia de género) registradas en el país; logrando visibilizar casos particulares y datos no visibles en las estadísticas públicas, mediante la tematización y condena social de la problemática de las violencias históricas hacia la población femenina.