Última modificación: 2017-07-17
Resumen
Este trabajo busca investigar los intereses coleccionistas que orientaron la creación del Museo Nacional y la conformación de un espacio de exhibición y representatividad en la Rio de Janeiro de las primeras décadas do siglo XIX. Iniciamos por un ejercicio de reflexión sobre el de visibilidad asumido por la historia natural y el interés pragmático del coleccionismo de la naturaleza, configurado en la segunda mitad del siglo XVIII. Reunimos, para eso, un conjunto diversificado de material documental que incluyó terminología, memorias e instrucciones producidas en el contexto del proyecto político configurado en el reinado de Don José I (1750-1777) quien eligió la educación como estrategia de conformación de la modernidad portuguesa en el siglo XVIII. En ese sentido, la conformación de nuevos Estatutos da Universidad de Coímbra en 1772, y la creación de los “Cursos das Ciencias Naturales o Filosóficas”, repercutieron en la creación del Gabinete de Historia Natural, en la contratación de los naturalistas como Domingos Vandelli y en la organización de viajes filosóficas a las colonias revelando o deseo pragmático de inventariar la naturaleza. Retuérzase así, en tales movimientos, o interés coleccionista en Brasil y los gabinetes de historia natural en Lisboa y Coímbra, que reunían y exhibían especímenes e muestras remitidos a la metrópoli, eran expresiones del alcance do imperio lusitano.
La transferencia de la Corte Portuguesa para Rio de Janeiro, repercutirá, no obstante, en el desplazamiento del eje coleccionista. En aquel momento, como resalta Lopes (2009), existía el deseo de crear un “Museo Metropolitano, de carácter universal” (p .41), instalado en el Campo de Santana. El año siguiente es publicada la “Instrucción para viajantes y empleados en las colonias sobre a manera de recoger, conservar e remitir los objetos de Historia Natural”, el cual norteaba las actividades de colecta y envío de especímenes, organizando una red de coleccionismo que tenía como centro o Rio de Janeiro. El autor de la Instrucción construyó un argumento legitimador para el estabelecimiento de un museo en la América Meridional, trayendo ejemplos de animales que, para él, “son producidos exclusivamente aquí”. El Brasil dejaría de ser solamente un lugar “coleccionable”, remitiendo colecciones a Europa a través de viajero y exploradores extranjeros. De esa manera, justificaba que “Las colecciones y las obras de estos Naturalistas han dado una buena, pero no exacta medida de la Historia Natural del Brasil”. Para el autor sería necesario emplear naturalistas y con eso observar, comparar y sistematizar el conocimiento en la propia naturaleza. En los años subsiguientes a la inauguración del Museo observasen, a partir de un conjunto documental que así lo evidencia, dinámicas institucionales, argumentos, deseos, pedidos de los directores, que recayeron, sobre todo, en el “cultivo” de las colecciones y en la producción de una espacialidad que diera cuenta, en la visita del museo representativo de la Nación. Además de eso, se estableció una red de intereses coleccionistas con los países de América-latina y Europa, conformándose, así como un museo metropolitano. El Brasil se transforma- en coleccionador y el museo forjaba, pedagógicamente, una identidad nacional.