Eventos Académicos, 39 ISCHE. Educación y emancipación

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La educación física para mujeres en la educación secundaria (Mato Grosso, 1911-1937)
Elizabeth Figueiredo de Sá

Última modificación: 2017-07-17

Resumen


La mujer vivía en las décadas de 1910 a 1930 un período emblemático de su papel en la sociedad brasilera y, consecuentemente, mato-grossense. Se iniciaban las luchas por el derecho al voto, al trabajo fuera del hogar, a la profesionalización, a la libertad de acceso a la cultura y a los espacios sociales. Su educación también se tornó foco de disputas, porque era concebida como una actividad del hogar o como la extensión del mismo, como en el caso de la formación de profesores. La cual estaba pensada como un medio de profesionalización para ganar espacios en el mundo del trabajo (SANTOS, 2014). Volcando el análisis en la educación secundaria, se puede percibir que había pocos cursos en ese nivel mantenidos por los cofres públicos en Mato Grosso, siendo la Escuela Normal, que funcionó en el período de 1911 a 1937, en las ciudades de Cuiabá y Campo Grande, el modelo institucional que recibía mayor público femenino debido a su relación con la educación y cuidado de la infancia, papeles inherentes a las madres. La documentación sugiere no sólo representaciones concurrentes (CHARTIER, 1990) sobre la educación intelectual de la mujer, como también de su educación física. La educación del cuerpo fue objetivo de preocupación de la Reforma de Educación Secundaria realizada por Francisco Campos a través del Decreto nº 19.890/1931 y consolidada por el Decreto nº 21.241/1932, que estableció la obligatoriedad de la educación física en todas las clases de las instituciones de la educación secundaria, a través del cual estableció un conjunto de propuestas y procedimientos educativos específicos para la educación de las mujeres previéndose, inclusive, clases exclusivamente femeninas. Siendo así, las mujeres “[…] sometidas a una educación diferenciada en relación a la de los hombres en los establecimientos de enseñanza secundaria, acarreando una participación restricta en las clases de educación física, las cuales eran consideradas incompatibles con la naturaleza femenina” (CORREA, 2009, p.1). La visión de la educación femenina de la Reforma Capanema se encontraba volcada a la educación de la mujer para el ejercicio de su papel en el hogar, formadora de ciudadanos fuertes y bien cuidados, Sin embargo, desde su creación en 1910, la Gimnasia Escolar era una disciplina considerada polémica en la Escuela Normal María Müller, se afirmaba que la educación física había causado algunos trastornos dentro de los hogares: (…) los profesores de gimnasia exigían una ropa de gimnasia, calzado para gimnasia. Pero los papás no concordaban, porque en ese tiempo había mucho prejuicio. Resalta, incluso, que “hubo hasta padres que retiraban los hijos del colegio por causa de la gimnasia” (MÜLLER citado por POUBEL & SILVA, 2000, p. 68.). De esta manera, era la educación física dada con ejercicios diferenciados para los sexos. “(…) las niñas y las jóvenes en las clases de Educación Física no deberían hacer los ejercicios que produjeran ciertos desarrollos musculares y fuerza, pues los esfuerzos intensos no serían de forma alguna saludables para ellas, generándoles fatiga y, si fueran prolongados, acabaría arruinándoles la salud (SANTOS, 1999, p. 64) y, para los hombres la educación física estaba constituida de ejercicios calisténicos, militares y gimnasia metódica, buscando formar hombre cultos y aptos para la vida”.