El género del cine informativo cumplió en la primera mitad del siglo XX un rol fundamental en la difusión de sentidos dominantes –en algunos casos oficiales– acerca de lo social. En efecto, especialmente desde la década de 1920 las noticias proyectadas en los cinemas antes de las películas comerciales sirvieron de instrumento para la masificación de discursos éticos, estéticos y políticos dominantes. El caso argentino no fue su excepción, sino todo lo contrario: gracias al decreto 18.405 del año 1943 en plena presidencia de Pedro Pablo Ramírez, se dispuso que sea obligatorio en todo el territorio nacional la exhibición de noticiarios producidos en Argentina “cuyo contenido, a juicio de la Subsecretaría de Informaciones y Prensa, sea considerando de propaganda nacional”, y con el objeto de “llevar a todos los ámbitos una impresión objetiva y completa de la vida nacional”.

La intención es observar las imágenes sobre educación de los cuerpos en fotogramas documentales, estudiando los sentidos que se reprodujeron a través de éstos, especialmente en aquellos que presentan particulares significaciones sobre la formación de lo que con Jacques Rancière puede denominarse como “modos de ser sensible”.

En la antesala de un nuevo período político en Argentina como fue el peronismo, que resignificó desde 1946 el rol del Estado respecto de la cultura física y de la cinematografía informativa, esta indagación se propone analizar los discursos estéticos y epistémicos que se proyectaron a mediados de siglo XX en los “Sucesos Argentinos”, el principal micro fílmico de noticias en aquellos años. Particularmente se toma como ejemplo paradigmático el número 367, emitido hacia finales de 1945, el cual presentó bajo el intertítulo “Gimnasias de Ayer y Hoy” una serie de imágenes en celuloide que muestran ficcionalmente cómo se realizaban actividades físicas en el pasado, con una dinámica de ejercicios pasiva, ropajes inconvenientes y relaciones de género anticuadas, para pasar a documentar formas más actuales, dinámicas, adecuadas, modernas. En síntesis, permiten analizar los sentidos dominantes coyunturales acerca de los métodos de movimientos, de las relaciones de género y de la estética, tanto de las formas y figuras proyectadas como de las técnicas de rodaje.

Si los procesos de escolarización operan como una “máquina estetizante”, puede señalarse como uno de sus engranajes los recursos audiovisuales, como en este caso el cine informativo. De allí que las reflexiones se hayan desarrollado aplicando una metodología de análisis en dos registros: por un lado, los discursos políticos, estudiados a partir de las prácticas corporales mostradas y a través de los sentidos transmitidos en la narración del locutor, y, por el otro, los discursos estéticos, constituidos tanto por las técnicas cinematográficas utilizadas para el rodaje de los fotogramas como por las técnicas corporales que se proyectan. Claro está, es en el diálogo entre los registros estéticos y políticos que se constituyen las significaciones que las imágenes en movimiento muestran, y la educación de las sensibilidades que con ellas se (re)producen.