Última modificación: 2017-07-16
Resumen
La adaptación de la idea del utilitarismo inglés de satisfacer la felicidad al mayor número, trasplantado a Brasil a través de la Constitución de 1824 encontró en el príncipe la personificación del Estado como garante del orden y organizador de la nación, lo que lo redujo a un modelo casi autocrático y despótico combatido por buena parte de los liberales en su época. El proceso de emancipación de Brasil en 1822, y su desdoblamiento en la próxima década, finalmente llevaron a situaciones de guerra civil. Con constituciones muy similares, que emanan del mismo principio y pensamiento, portugueses y brasileños se encontraron luchando por la necesidad de educar los impulsos y deseos, tanto populares como de la élite, y de organizar el Estado. El propósito de esta comunicación, resultante de nuestras primeras investigaciones incluidas en un doctorado más amplio, es tratar de comprender el pensamiento filosófico y político en Brasil del Primer Imperio (1822-1831), en función de las reflexiones del pensamiento del portugués Silvestre Pinheiro Ferreira (1769-1846) en la práctica política minera de Bernardo Pereira de Vasconcelos (1795-1850). El primero, un filósofo de la corte del rey Juan VI, fue consejero real, ministro y secretario de Estado que actuó en Río de Janeiro y Lisboa; el segundo, después de la independencia de Brasil, luchó contra las actitudes despóticas de D. Pedro I a su caída y exilio en 1831, cuando comenzó a actuar en la organización estatal brasileña que buscaba consolidar un modelo parlamentario del tipo Inglés, un sistema legal centralizado y un sistema educativo homogéneo con el objetivo de educar, modernizar y civilizar el país. En este estado del proceso de implementación que tratamos de comprender cómo el pensamiento y la práctica política de estos dos contemporáneos dialogaron para la crítica, en ataque y defensa, el papel del Estado en la organización de la nación, en particular con respecto a la educación. Nuestras fuentes primarias iniciales son Las observaciones sobre la Constitución del Imperio de Brasil y la Carta Constitucional del Reino de Portugal, hecho por Silvestre Pinheiro Ferreira, con una segunda edición de 1835, que añade comentarios al Acto Adicional de 1834 de Brasil; Bernardo Pereira de Vasconcelos, que no salieron de trabajo filosófico, pero el periodismo, periódicos, OUniversal y O Sete de Abril, además del Diário do Conselho da Província, diario general en Minas Gerais. Para ello nos basamos en el marco teórico de Reinhart Koselleck en busca de las herramientas necesarias para la apropiación de conceptos y sus usos, de Jean-François Sirinelli y Norberto Bobbio en un intento de entender la acción de estos intelectuales que tratan de reconstruir, en parte, la forma de pensar y actuar en los espacios públicos. Nuestros resultados iniciales muestran que el rasgo de la modernidad constitucional vino seguido por el carácter conservador y centralizar propuesto por los dos intelectuales que trataron de interferir en la consolidación de sus respectivos Estados y la permanencia de su forma de pensar en las instituciones educativas.