Última modificación: 2017-07-17
Resumen
En este texto pretendemos establecer una cartografía del exilio de Juan Roura-Parella (1897-1983) que introdujo la pedagogía de las ciencias del espíritu (Flitner, Frischeisen-Köhler, Litt, Nohl y Spranger) a España durante la Segunda República (1931-1939). Cabe recordar que el profesor del Seminario de Pedagogía de la Universidad de Barcelona nunca militó en ningún partido político, pero siempre manifestó su compromiso con los ideales republicanos y, al mismo tiempo, con las reformas educativas impulsadas por el Gobierno republicano de Cataluña. Sea como fuere, el punto de partida de dicho itinerario es la ciudad Barcelona cuando Roura-Parella, junto Antonio Machado y otros destacados intelectuales, viajó hasta las proximidades de Francia con la intención de cruzar la frontera para empezar su exilio dado que la llegada del ejército franquista ya era inminente a la capital catalana. De esta manera, el febrero de 1939 Roura-Parella llegó a Francia y se instaló en Toulouse hasta el mes de julio de ese mismo año. Entonces, el 4 de julio de 1939, se embarcó en el puerto de El Havre rumbo al continente americano gracias, seguramente, a la ayuda cuáquera y con el apoyo decidido del gobierno mexicano. Buena prueba de ello es que, antes de instalarse a México, Roura-Parella pasó unos días en Filadelfia para visitar el profesor Cornelius Krusée, presidente del American Philosophical Association, que más adelante jugó un papel muy importante cuando decidió mudarse a Estados Unidos. Después de encontrarse en Filadelfia a mediados de julio de 1939, el domingo 30 de julio de 1939 pasó la frontera por la ciudad de Laredo y, unos días más tarde, ingresó como miembro residente de la Casa de España en la ciudad de México, siendo él mismo quien fue a recoger a Joaquín Xirau que llegó a la capital mexicana unos días después. Bajo la disciplina de dicha institución, Roura-Parella se ocupó de la Cátedra de Pedagogía e impartió muchos cursos en diferentes sitios de la geografía mexicana que ponen de manifiesto el giro psicológico de su obra. Ahora bien, a lo largo del 1945 la situación de Roura-Parella se complicó en la Casa de España porque querían reducir gastos y plantilla y, por ello, decidió retomar sus contactos cuáqueros regresando a Filadelfia y, más concretamente, a Pendle Hill Religious and Social Research Institution de Pensilvania durante unos meses. Volvió a México, pero el año siguiente ya se incorporó, como profesor del Romance Language Departament, en la Universidad de Wesleyan (Middletown, Connecticut) hasta su jubilación (1965) confiriendo a su obra una orientación más estética, sin perder de vista la orientación humanista que había asumido después de inmiscuirse en las ciencias del espíritu. Se trata, pues, de un estudio que se ha llevado a cabo a través de la hermenéutica de diferentes textos autobiográficos, con especial atención a la novela inédita El cap de setmana no s’acaba mai –en que recuerda el tiempo pasado en Francia durante el invierno y la primavera de 1939– y a la documentación personal de Roura-Parella depositada en la Residencia de Estudiantes (Madrid).