Eventos Académicos, 39 ISCHE. Educación y emancipación

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La discapacidad vista desde los sujetos débiles visuales. Una historia de experiencias, prácticas y expectativas emancipadoras en las trayectorias escolares en México, 1980-2000
María Concepción Martínez Omaña

Última modificación: 2017-07-17

Resumen


El texto que aquí propongo forma parte de una investigación más amplia sobre el estudio de las representaciones, actores, prácticas e instituciones de la Educación Especial en México, durante el siglo XX, cuyo propósito es el estudiar las distintas experiencias de los actores y agentes sociales involucrados en este campo de la educación en México. Nos referimos a los profesionales, la población con una condición de discapacidad y a las familias. El interés de la propuesta que aquí presento se orienta a analizar la percepción social de la discapacidad en México, a partir de la visión de la población discapacitada, utilizando en este sentido a la historia oral como recurso teórico y metodológico. Este punto de partida lo inscribo en el enfoque social de los estudios de la discapacidad en los cuáles ésta (la discapacidad) es definida desde el punto de vista situacional, relacional e interactiva con los factores ambientales, sociales y culturales. Es decir, esta visión posiciona a la persona con discapacidad en las circunstancias del entorno social, político y económico, es decir, en una sociedad diseñada por y para personas no discapacitadas. En este sentido, la visión social se inscribe en un proceso de cuestionamiento a la normalidad. (Brogna, P. 2009), reconociendo a los sujetos que viven en esta condición como individuos (al igual que todos) con derechos y deberes.  Con la idea de estudiar las percepciones y significados de la discapacidad recuperamos las trayectorias escolares de dos jóvenes con debilidad visual y ceguera parcial.  Se aplicó una entrevista a cada uno de ellos en las cuáles narraron pasajes y diferentes experiencias con su condición de discapacidad con base en la manera en cómo reconocieron su “diferencia” con respecto a los demás niños, y de la toma de conciencia de su debilidad visual y falta de visión, lo que para ellos significó el reconocimiento del ser ciego, las emociones y sentimientos transmitidas por la familia, que en sus relatos los hacen suyas.

Por otra parte, interesa conocer las experiencias en las escuelas, en múltiples planos como en el desplazamiento en los salones de clase, el uso del material escolar, los ambientes escolares con los maestros y compañeros de clase, tanto en grupos de educación especial como en las escuelas de normo visuales como ellos las denominan.  A partir de sus propias experiencias se entienden su condición de discapacidad como las situaciones sociales en las que se desenvuelven.  Ambas dimensiones van configurando la formación académica y la trayectoria profesional, las cuáles convergen en una toma de conciencia y en frente a los condicionamientos escolares y familiares y, posteriormente laborales que resignifican su propia condición. En esto resalta la organización que llegan a tener a través de la Asociación Civil punto 6 y en la empresa Letras Habladas en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, cuyo propósito es traducir textos escritos a lenguaje Braille, facilitando el aprendizaje del grupo de alumnos con debilidad visual.

Aquí me interesa sumarme a las iniciativas que reconocen el derecho de estas personas a participar no sólo en la configuración de la asistencia y servicios que hay que proporcionar sino también en la elaboración de las imágenes públicas de las experiencias y condiciones de la discapacidad. De acuerdo a esta idea considero que los relatos personales, son herramientas fundamentales para redefinir el significado cultural de la discapacidad en la actualidad, a través del rescate de las subjetividades, emociones y sensibilidades. Aspectos que tienen que inscribirse en los enfoques historiográficos de la discapacidad y de la educación especial.