Entre 1956 y 1966 el Departamento de Extensión Universitaria de la Universidad de Buenos Aires (UBA) llevó adelante - en el marco de su proyecto de universidad reformista-  una experiencia de desarrollo de la comunidad con sectores populares conocido como “Centro de Desarrollo Integral” en Isla Maciel, provincia de Buenos Aires, Argentina.

A través del trabajo conjunto entre universidad y comunidad la experiencia apuntó a mejorar las condiciones de vida material y simbólica de sus habitantes; promover tanto la participación activa de sus miembros en la identificación de las problemáticas de la comunidad, como también la búsqueda de alternativas posibles y disponibles para su resolución a través de las organizaciones sociales existentes. Los diversos programas desarrollados a lo largo del período mencionado atendieron a los problemas básicos de educación, salud, vivienda, alimentación y formación en oficios que dichos habitantes reconocían como propios de su comunidad.

La experiencia desarrollada tuvo también como propósito ofrecerse como un espacio de investigación, de formación académica y de práctica profesional para los estudiantes, graduados y profesores de las diversas carreras y unidades académicas de la UBA, dando lugar a experiencias de formación y de trabajo en territorio innovadoras para la época.

A partir del testimonio de protagonistas de la experiencia y de la revisión de fuentes documentales de época, se observó que la democratización de saberes entre la universidad y la comunidad; el reconocimiento del otro como sujeto de derecho y de sus expresiones culturales particulares; la promoción del desarrollo subjetivo de niños, jóvenes y adultos; y el trabajo horizontal e interdisciplinario entre profesionales fueron marcas que caracterizaron a esta experiencia de extensión.

En este sentido los diversos programas llevados adelante en el Centro de Desarrollo Integral - y en particular los de educación -  generaron espacios y procesos emancipatorios que contribuyeron tanto en la formación personal de niños, jóvenes y adultos pertenecientes a sectores populares, como en la formación personal, académica y profesional de estudiantes y graduados de la universidad que participaron en ella.

La recuperación de esta experiencia ofrece una invitación a repensar escenas actuales y modos de hacer y pensar el desarrollo de la función de extensión y la enseñanza universitaria.