En el segundo decenio del siglo XX dos pensadores latinoamericanos, Manuel Ugarte y Pedro Henríquez Ureña, promueven repensar el lugar de Latinoamérica y su relación con el mundo. En sendos ensayos de ambos pensadores se describen los factores que impedirían la concreción de la utopía. Herederos del arielismo, sus propuestas contribuyeron a la conformación de la identidad latinoamericana que más persistencia y difusión ha tenido.