Eventos Académicos, IV Congreso Internacional de Letras

Tamaño de fuente: 
Lo que no se perdona. Enclaves libertarios e hibridez en el cine de ciencia ficción respecto de la literatura
Armando Capalbo

Última modificación: 2018-02-04

Resumen


Con su impronta de lo desconocido en lo proyectual verosímil, siempre hubo elementos fantásticos en la literatura de ciencia ficción. Iconizando libertariamente el género literario, el cine concibió hasta con extremismo grotesco lo pesadillesco de la interacción entre lo humano y lo tecnológico, en una liberalidad que representó como conflicto desmesurado el caos de lo moderno tanto como el maniqueísmo del mal en la otredad extraterrestre o las soluciones reaccionarias ante lo desconocido que podía desgarrar la institucionalidad social. La monstruosidad atómica de Godzilla, la devastadora amenaza alienígena de Día de la independencia, el paroxismo cruento de Robocop o de Juez Dredd, se enlistan en un constructo brutal que desafía los “permisos” de hibridez del género respecto de su procedencia literaria y asocian lo creíble con lo fantástico para “acreditar” lo real. Hasta en su a veces torpe advertencia sobre la anomalía de lo tecnológico o lo científico y acerca de la peligrosidad de la relación inmadura entre el ansia individual y el avance tecnológico, recrudeció la perspectiva populista del miedo a los cambios derivados del decurso de una cultura poshumana. Mostrando el costado reversible de la democracia y la libertad desplazado hacia el futuro inmediato, la futurística fílmica a menudo desproveyó de cultualidad elevada a la distopía y la hizo rudimentaria, visualmente atroz, pero también, en su grosera escalada, contribuyó a liberar restricciones del género en la literatura, que se expandió al escéptico esteticismo del cyberpunk y a la “sucia” negritud poshuman.


Texto completo: PDF