En la presente ponencia se abordarán dos miradas sobre la función que debe ejercer el escritor de literatura frente al proceso de escritura y elaboración de un texto literario. Estas son las miradas del filósofo alemán Friedrich Nietzsche y el filósofo francés Gilles Deleuze, de enorme relevancia dentro del ámbito filosófico y literario. Deleuze retomó varios conceptos, como el de devenir o voluntad de poder, que ya se prefiguran de alguna forma en la obra del autor alemán, y por ello se ha decidido relacionarlos para encontrar sus encuentros y desencuentros alrededor de esta cuestión.

El escritor literario para estos dos filósofos tendría la obligación de afirmar la vida, de desprenderse de su propio yo e intentar construir perceptos. Es decir, formas de percepción independientes de su propia existencia individual. Para poder lograr aquello, el escritor debe trazar un mapa de sus propios trayectos y devenir otra cosa. A través del proceso de devenir, el escritor logra desprenderse de su propia subjetividad, de sus cadenas e imposiciones, de sus prejuicios, de su moral y de sus propios razonamientos sistemáticos arbóreos que le impiden poder acercarse a la vida misma. La embriaguez, entendida como una sensación o estado corporal llevado hasta el límite, sería un posible punto de entrada al proceso del devenir y de la actividad creativa.

Esta ponencia entonces se centrará en señalar estos atributos y otros que tanto Nietzsche como Deleuze pensaron acerca de la función de la escritura, atributos vinculados a la función creativa y artística como forma de resistencia y salud, frente al mundo y su propia realidad.