Primo Levi (1919-1987), escritor italiano y autor de numerosos cuentos y novelas testimoniales, ha sobrevivido a uno de los hechos más críticos y cuestionados de nuestra historia: el Holocausto o, mejor dicho, la shoá. La mayor parte de su obra está dedicada a dar un testimonio directo de su experiencia; no obstante, sus relatos tienen la particularidad de poner al lector en una posición inestable, de quiebre, en la que éste no puede decidir fácilmente desde dónde interpretar los mismos. Este quiebre en las pautas de lectura conduce a leer desde lo que David Roas (2001) denomina lo fantástico.

Este modo de lectura implica considerar, por un lado, la construcción discursiva (los elementos o recursos que provocan el efecto fantástico), y, por otro, el choque ideológico entre dos visiones de la realidad: una considerada racional y otra irracional.

Las principales hipótesis de este trabajo son:

* Los relatos fantásticos inducen al lector a cooperar con el sentido del texto desde el cuestionamiento que produce la ambigüedad discursiva;

* El efecto fantástico se logra cuando el lector percibe el quiebre entre dos visiones que oscilan entre la “normalidad” o la “anormalidad” del mundo.