Última modificación: 2018-02-17
Resumen
En una nación eminentemente lectora como la RDA, donde la autonomía del arte se vio obturada por los preceptos del realismo socialista, la recepción de los textos canónicos de la tradición literaria alemana estuvo fuertemente pautada por la coyuntura política y, consecuentemente, por los intereses del Partido. En la década de los 70, con el debilitamiento del régimen y la aparición de cada vez más voces críticas, el romanticismo (por lo demás denostado por la política cultural socialista) fue revisitado y releído por autores como Christa Wolf para utilizarlo como estandarte de la subjetividad y de la figura del escritor outsider, con la cual los autores socialistas, a merced de la censura, se comenzaban a sentir identificados. En ningún lugar. En ninguna parte, de Wolf, exhibe esta relectura que, retomando elementos propios del romanticismo (entre ellos, la presencia del yo), opera como una dura crítica a la sociedad contemporánea.