A partir de las nociones de centro y periferia delimitadas en el campo literario (Bourdieu, 1966) se definen, especularmente, lo canónico y lo no canónico, apelando a nociones vinculadas con cuestiones literarias y extraliterarias que localizan a las producciones literarias en el centro o los márgenes del campo. En estos márgenes, el concepto de “literatura marginalizada” (Saraiva, 1975, 1995) que se presenta como un campo abierto y dinámico, expansivo y permeable, permite analizar algunas tipologías textuales al margen de la industria editorial.

En este marco, nos interesa leer las variadas prácticas de escritura de ficción que tienen lugar en la escuela secundaria cuyos circuitos están hoy en proceso de modificación por la presencia de netbooks, tabletas y celulares en el aula o por la acción de docentes que suben a la Internet los textos producidos en sus clases. Estas producciones , de la mano de las TICs en tanto soporte y nuevos formatos (revistas digitales, historietas digitales, teatro filmado, novelas en blog, animación de textos narrativos, parodias con imágenes, por ejemplo) se hacen presentes en el espacio público de la web y desde el margen que significa ser una producción escolar, discuten los géneros literarios y los lugares del escritor y lector (Hernández, 2000) y la tradición escolar en términos de aquello que puede ser pensado como un objeto de enseñanza que se entiende como lo literario.

Este trabajo se propone recorrer algunas de esas producciones escolares para analizar las modificaciones que el soporte opera en esos textos. Nos preguntamos si la modificación del soporte y el estado de publicación funciona como otro modo posible de presentar los textos de circulación tradicional en el marco de la escuela secundaria o si, al contrario, el nuevo soporte abre a la discusión de nuevos géneros y formatos, que, pensados desde la multimodalidad (Jewitt, 2005; Kress, 2005) , modifican los géneros de lo que leemos (en y fuera de la escuela) como literatura.