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Seres incomprendidos, seres conscientes de lo grotesco en “La pequeña pasión”
Última modificación: 2021-08-06
Resumen
En la novela de Pilar Pedraza, la muerte aparece como una huella, como una “mancha profunda” que impregna todo el relato. También lo animal. Este trabajo se propone analizar cómo la construcción de personajes como seres incomprendidos permite otras posibilidades de ver y pensar el mundo. Modos de ver distintos a la norma, que se producen a partir de la transformación del cuerpo y del lenguaje que empuja a la reflexión y al (re)descubrimiento de sí mismos. Se trata de metamorfosis que surgen a partir del contacto de lo humano (en una categorización de “hombres” y “mujeres”) con lo animal (insectos, felinos, anfibios) y lo monstruoso (fantasmas, vampiros, brujas). De esta manera, se problematiza aquí el encuentro y la comunicación con lo Otro en relación al afecto. Se entiende que hay una consciencia (y en muchas ocasiones, hasta un deseo) de la mutación propia, de la deformación, de la fealdad, de la animalización. Esta consciencia está ligada a la experiencia anímica y corporal de la muerte. La ajena y la propia, la accidental y la generada. A su vez, se rastrea una forma específica de contar esa experiencia, una primera persona que se desdobla, que fragmenta y yuxtapone sueños, recuerdos, fantasías y neurosis. Es del interés de este estudio, desde la lectura atravesada por la perspectiva de género, pensar vínculos posibles de los recursos con la literatura fantástica, el terror, el cine y la cultura grecolatina.
Palabras clave
muerte, animal, transformación, monstruosidad, afecto, erotismo
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