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El desarmadero de Karel Capek. Nuevos diagnósticos sobre la máquina antropológica desde la ciencia ficción checa.
Última modificación: 2019-07-19
Resumen
En Lo abierto, Giorgio Agamben retoma el concepto de Furio Jesi de “máquina antropológica” y lo define como aquél dispositivo incluyente-excluyente y a su vez excluyente-incluyente, de definición de lo humano. Según él existen en funcionamiento dos máquinas antropológicas, la antigua y la moderna. La primera se basas una humanización, en la inclusión del afuera, de lo no-humano; los arquetipos serían el niño salvaje, el mono-hombre, pero sobre todo el bárbaro, el esclavo o el extranjero: un animal con formas humanas. La segunda sigue la dinámica exactamente inversa, es la animalización de lo humano, que se enfrenta a la antigua con una simetría de espejos. En un ya-humano se excluye de sí un no-todavía-humano, hay un no-humano en el humano, un animal aislado dentro de él, cuyos ejemplos serían el hombre-mono, el judío o el comatoso. En todos los casos la cesura en la cual se articula y divide lo humano pasa por lo que él llama “mysterium disiunctionis”. Si el hombre ha sido siempre pensado como la articulación y conjunción de un cuerpo y un alma, o viviente y lógos, o elemento animal y elemento divino, Agamben propone pensarlo como lo que resulta de la desconexión de estos dos polos, no investigar el misterio de la conjunción de ambos sino más bien el de su separación. La pregunta directriz de este trabajo será ver cómo operan estas máquinas descriptas por Agamben en dos obras de ciencia ficción de Karel Capek, R.U.R. y La guerra de las salamendras, aventurándonos a pensar si estos dos polos entre los cuales se debate la indefinición de lo humano no es tanto el animal y el divino, sino más bien el animal y el robot.
Palabras clave
Capek, animalidad, máquina antropológica, Agamben, robot, ciencia ficción
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