Autor del trabajo: Acosta, Ricardo Daniel

Título de grado: Licenciado en Letras

Universidad Nacional de Misiones

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Eje: La utopía y sus derivas en el arte.

E- mail: acostadanniel7@gmail.com

La siguiente propuesta refiere a la novela gráfica a partir de su consideración como producto cultural difícil de clasificar. Debido a sus características formales, atañe discursividades en donde las ilustraciones y los textos cohesionan y dirigen el desarrollo de las historias que propone. Al no regirse por obligaciones organizacionales impuestas por el campo de poder de la literatura tradicional, sin lugar a dudas habilita una multiplicidad de aristas de clasificación -si es posible utilizar este término-, entre las que se encuentra una de las propuestas más polémicas en lo que a manifestación cultural refiere: género menor. En este sentido, cumple la función de nexo con lo distópico debido a que la novela gráfica es vista como una propuesta alternativa a lo canónicamente aceptable dentro de las normas que rigen un campo cultural e intelectual específico.

Si este género menor alude a -des-ordenar recursos, puede analizárselo como una monstruosidad que atraviesa todo tipo de contención y norma social para adentrarse dentro de las esferas de la cotidianeidad. Así pues, los distintos componentes que le dan forma producen entrecruzamientos y discusiones que se prolongan hasta la actualidad. Lentamente, aquello que se encontraba relegado por ser diferente, comenzó a ocupar lugares impensados.

En tal caso, Nocturno y El Esqueleto, producciones gráficas nacidas de la imaginación del autor argentino Salvador Sanz, presentan rasgos utópico- distópicos a partir de la mirada de los personajes principales y secundarios. Por lo tanto, en sendas obras no solo se materializa una postura pesimista sobre el presente, sino también una visión esperanzadora de lo que vendrá: tan solo basta con observar las relaciones que se establecen y los espacios geográficos que alientan el movimiento de los actores. La crítica a la actualidad y las posibles soluciones a los problemas son trasladadas a espacios tan dispares y complementarios como la ciudad y la selva, que entrelazan y configuran la identidad de los personajes. Por consiguiente, la lucha por la supervivencia, el quiebre de los tabúes, la tecnología y el ocultismo desdibujan los límites entre lo normal y lo anormal y se escabullen y le hacen frente a un status quo en constante desplazamiento.