La novela “Nosotros” (1920/1921), de Evguéni Zamiátin, ha sido nombrada, en una cantidad considerable de estudios, tanto sobre ciencia ficción y como estudios literarios más generales, como una de las primeras obras del género de distopía. Aunque las opiniones, respecto a la categorización exacta de la obra se difieren, la mayoría de ellas sí coinciden, en cuanto a la presencia de una mirada crítica en la obra; algunas de las opiniones tienden a señalar, más bien, la mirada crítica sobre las ideas progresistas y racionalizadoras del iluminismo, mientras otras se enfocan más sobre el contexto sociohistórico inmediato en el que emergió la obra; en ese sentido, es interesante ver, qué características, respecto a la relación con la realidad proponen las distintas definiciones, respecto a las características de distopía en tanto género. De todas formas, hay un cuestionamiento en cuanto a la validez de la dicotomía entre la felicidad como un bien para la sociedad en su conjunto y la libertad como una elección individual.

El lenguaje y las posibilidades de expresión en el lenguaje, un tema sobre el que el propio Zamiátin reflexionó en varias ocasiones, señalan, en la novela, un aspecto racionalizador del lenguaje, en tanto éste contribuye a la constitución de una sociedad. Si bien algunos de los aspectos lingüísticos han sido mencionados de paso en varios estudios sobre la novela, por ejemplo, las innovaciones lingüísticas, la sintaxis, la elección de adjetivos, entre otros, el presente trabajo se va a enfocar más sobre algunas cuestiones del lenguaje, en tanto éste también sea una condición necesaria para la conciencia, tanto individual como social; en tanto una convención social, el lenguaje nos constituye en actores sociales; al mismo tiempo, para poder ser partícipes de una sociedad y también del lenguaje (en tanto una especie de red que sostiene, constituye esa sociedad), necesariamente, se pierde algo de la individualidad (y, de algún modo, el lenguaje nos fuerza a incidir en eso).