Última modificación: 2018-01-14
Resumen
En un intento por derrotar las limitaciones que el tiempo suele imponer y dibujando, o al menos esbozando, una anacrónica conversación entre Nietzsche y Husserl, el siguiente trabajo procurará desarrollar, brevemente y en primer lugar, la crítica nietzcheana a la metafísica de la subjetividad moderna (primer parágrafo). Luego, mediante un esquema artificial pero útil en cuanto a términos expositivos, desarrollaremos el pensamiento husserliano que, en las Meditaciones Cartesianas, postula como fundamento último a la conciencia absoluta, la subjetividad trascendental; y lo haremos en un constante cruce con la filosofía de Nietzsche, preguntándonos cómo, y hasta qué punto, su crítica puede ser aplicada a dicha subjetividad trascendental.
En el segundo parágrafo nos centraremos en el primer momento de la exposición realizada por Husserl: el yo fenomenológico-‐trascendental que actúa “como fundamento del valor de todos los fundamentos y valores objetivos” (Husserl, 1985: 68), un yo autosuficiente y en cierto sentido cartesiano (aunque, como veremos, guarde ciertas diferencias con el sujeto propuesto por Descartes).
En el tercer parágrafo analizaremos a un yo que ya no se constituye como principio infundado sino que, a pesar de continuar siendo el punto de partida del método, el punto de partida de toda investigación fenomenológica, es constituido, siendo su actividad fundada en la pasividad.
Finalmente, en el cuarto parágrafo nos detendremos a examinar la subjetividad trascendental concebida por Husserl como conciencia absoluta, como síntesis pasiva, esto es, como el sitio donde la pasividad y la actividad coinciden. Tras haber demostrado que las dos primeras instancias presuponen necesariamente a este tercer momento, nos preguntaremos por la posibilidad –o imposibilidad‐ de aplicar la crítica nietzscheana a, precisamente, la conciencia absoluta.