Última modificación: 2018-01-17
Resumen
Procuraré ofrecer en este trabajo algunos resultados de una primera aproximación a la figura del Oriente en las dos últimas obras escritas en conjunto por G. Deleuze y F. Guattari, Mil Mesetas (1980) y ¿Qué es la filosofía? (1991). Motiva esta labor la intuición de que el pensamiento oriental, más específicamente el pensamiento chino, posee profundas resonancias, no sólo formales sino en su orientación vital, con los postulados centrales de la filosofía de estos autores. Como brevísima aclaración histórica, sabemos que el ambiente intelectual de Deleuze y Guattari era abierto a los estudios orientales: Francia es uno de los centros sinológicos más importantes del mundo. Guattari visitó China y estaba asimismo “fascinado” por la cultura de Japón, país al que viajó ocho veces (Dosse, 2009: 48, 617‐20). A partir de diversas referencias en sus escritos, es evidente que ambos autores accedieron a diversas obras orientales y sobre el oriente; la presencia de estos temas en el pensamiento de Deleuze es bien reseñada por Couchot (2005). En cuanto a nosotros, nos interesan aquí dos cuestiones: por un lado, el uso que hacen ambos autores de la dicotomía Oriente‐Occidente, y por otro lado su utilización de instancias vinculadas a lo oriental como ejemplos o ilustraciones de sus propios conceptos filosóficos. Ya sea como contraparte del Oeste o como fuente de ejemplificación, el Oriente mantiene a lo largo de ambas obras, y sobre todo en Mil Mesetas, una presencia subterránea, alusiva en apariencia, pero sostenida e insistente. Desarrollaremos aquí tres ejemplos tomados de la obra de 1980.