Última modificación: 2018-01-14
Resumen
En la coyuntura entre romanticismo, idealismo e historicismo, en el siglo XIX gana importancia la reflexión hermenéutica. La comprensión se convirtió en un problema filosófico del mismo rango que los problemas que planteaban hasta entonces la ciencia y la historia. En este marco, el presente trabajo tiene como objetivo exponer las consideraciones de Gadamer respecto de una legitimación de la hermenéutica filosófica, quien, “deja de concebir el comprender-según la tradición- como un método de las ciencias del espíritu y, enlazando con Heidegger, lo considera el modo ontológico originario del ser-ahí mismo” (Urlich-Lessing, 2000: 223). El desarrollo de la exposición se organiza a partir de la crítica1 que Gadamer realiza al planteamiento epistemológico de Dilthey, es decir, del intento de fundamentación de las ciencias del espíritu; para finalmente vislumbrar sucintamente uno de los puntos de partida de la hermenéutica gadameriana. ¿Por qué es preciso hacer la distinción entre ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu? ¿Sobre qué tratan las ciencias del espíritu? ¿Se debe hacer una fundamentación de tales ciencias o hablar de fundamento “presupone” algunas condiciones de las ciencias naturales?, son algunas preguntas que exigen estar contempladas.