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El debate entre tradición y modernidad nunca se agota. El peso de la historia sigue condicionando nuestro presente, manifestándose de múltiples maneras y para el arte, específicamente, ocupa un lugar primordial; precisamente, es el vehículo más adecuado para expresar esos sentimientos que pugnan por aflorar. Edward Said, Homi Bahbha y analistas africanos reflexionaron al respecto. El tema de la esclavitud, aunque muy tratado, no deja de tener vigencia y las condiciones de un neocolonialismo económico y cultural, hace que resurja en cuanto tiene oportunidad. El impacto por conmover e ilustrar ya ha pasado, por lo cual, quien elige insistir con el tema, está plenamente convencido que hay una deuda que saldar hacia la historia y las víctimas, por un lado y una constante advertencia y motivo de reflexión por otro. Dos artistas senegaleses han optado por dedicarle su producción. Desde luego, no todos los mensajes tienen los mismos contenidos, ni objetivos similares. Son poéticas diferentes que indagan ese nefasto tiempo de travesías obligadas. Cada uno de ellos elegirá un camino para volverlo a la vida.  Kalidou Kassé, con su instalación La puerta de Gorée, último lugar en suelo africano para los cautivos, previo al embarque, revive en su instalación un tema sórdido y tremendo que tiene su contrapartida en los óleos y tapices que realiza en Thiès, con mensajes de esperanza y libertad. Ndary Lô, otro de los artistas senegaleses actuales, nos hace reflexionar también con sus caminantes, instalados en la propia Gorée, en una marcha obligada, que los conducirían como esclavos a América. El tema de los pasajes y de las travesías recorre su obra, tan original como reflexiva.  Los dos tienen en común evidenciar un pasado, en un presente, que cumple la doble función de reconocerse en esas producciones donde pasado y presente, se manifiestan como un continuum; y, por otro lado, incitar a la concientización y a la reflexión para quienes las admiran.

Tradición; Modernidad; Memoria