Eventos Académicos, XII Jornadas Estudios e Investigaciones. Artes Visuales, Teatro y Música. El arte y la multiculturalidad

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La integración cultural en el discurso del poder: una aproximación a la Cappella Palatina de Palermo
María Laura Montemurro

Última modificación: 2021-03-30

Resumen


La conquista normanda de Sicilia fue un hito más entre los muchos que afectaron la historia política y cultural de la isla. Dominada por Bizancio, hacia mediados del siglo VII comenzó a sufrir la investida de los árabes. Los aglabíes, una dinastía sunnita del norte de África asentada en Ifriqiya (actual Túnez), iniciaron un proceso de conquista que se prolongó desde el 827 hasta el 902. Loas aglabíes fueron sucedidos en el 909 por los fatimíes, un califato chiita originario de Tunez pero que logra conquistar Egipto fundando al-Kahira (el futuro Cairo) en el 969. Bajo los fatimíes, Sicilia se condujo como un emirato virtualmente independiente, aunque en teoría respondían al emir fatimi. Durante este periodo siguieron existiendo comunidades cristianas, especialmente en el noreste de la isla, mientras que la influencia musulmana era mayor en el Oeste y en el Sur. A esta realidad culturalmente diversa se agregan los normandos que llegan al sur de Italia en oleadas sucesivas entre el 1020 y 1050. Estos iniciaron sus actividades primero como mercenarios, pero paulatinamente fueron ganando el gobierno legítimo de las tierras conquistadas. Entre estos guerreros, ávidos de tierra y poder, la familia de Hautville es una de las que cosechó mayores éxitos. Convirtiéndose en una fuerza militar indispensable para el papado, obtuvieron su respaldo en la conquista de tierras dominadas por bizantinos y árabes. Fue así como Roberto de Hautville, llamado el Guiscardo, emprendió la conquista de Sicilia junto con su hermano menor, Rogelio. Luego de un proceso que duró varios años, en 1072 cayó Palermo, capital del emirato. Tras este hecho, Rogelio fue investido por su hermano como gran conde de Sicilia. El hijo de Rogelio, quien pasará a la historia como Rogelio II, logró ser envestido en el año 1030 con consentimiento papal como rey, naciendo así el Reino de Sicilia. La corte se instala en Palermo. La intensa diversidad cultural de la región se traduce en una corte conformada por nobles normandos, griegos que ocupaban importantes puestos como Jorge de Antioquía, quien comandaba la flota real, poetas y científicos musulmanes. Esta misma diversidad cultural se encuentra en la arquitectura y decoración de los principales edificios. Sin embargo, ingenuo sería interpretar este arte multicultural como mero reflejo de los componentes de la sociedad. Por el contrario, proponemos que el arte que emanaba directamente del ámbito regio intervenía de manera activa en la construcción de un poder que, al no tener raíces que lo legitimaran ni antecedentes monárquicos locales en los que fundamentarse debió construirse a sí mismo, usando a su favor las circunstancias particulares del entorno. Centraremos la indagación de esta propuesta en el análisis de uno de los edificios mejor preservados del periodo normando en Sicilia, situado en el corazón del complejo palaciego de Palermo y en cuya construcción estuvo estrechamente involucrado el mismo Rogelio II: la Capilla Palatina.


Palabras clave


Arte; Cultura; Poder.

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