El presente trabajo tiene como objetivo abordar las implicancias de la tapicería europea en el surgimiento del arte textil argentino y su inserción definitiva en el circuito artístico contemporáneo. El llamado arte del tapiz sufrió una transformación progresiva durante el siglo XX hasta quebrar la clasificación decimonónica de objeto suntuario y ornato mural subordinado a la arquitectura. Este proceso repercutió prontamente en Argentina gracias a la intervención de artistas que experimentaron nuevas técnicas textiles e incorporaron nuevos materiales no convencionales en la producción de tapices. Estos procesos comenzaron durante la década del sesenta y, en consecuencia, se crearon las primeras exposiciones y salones de tapices en nuestro país. En estas se vislumbraba el proceso de disolución de fronteras entre arte, artesanía y diseño en el tejido.