En un contexto finisecular de expansión de la oferta de espectáculos y publicaciones en Buenos Aires, el Teatro de la Ópera (1872-1935) coexistió con la revista especializada El Mundo del Arte (1891-1895). La cobertura por parte de la publicación de la sala favorita de las élites porteñas tras el cierre del antiguo Colón (1888) se centró fundamentalmente en la ópera italiana, con un particular énfasis en las actividades de la compañía lírica de Angelo Ferrari (1831-1897). Si bien esta compañía era la preferida por el público diletante, a veces tildado de inmaduro o frívolo, varias voces de intelectuales venían pronunciándose en contra de su desactualizado repertorio y poniendo en duda la calidad de elencos y representaciones. Con esto en mente, es posible leer la constante valoración de la empresa Ferrari por parte de El Mundo del Arte como un intento de defensa de la ópera italiana, a través de la cual se buscaba reforzar su legitimación como parte de las artes elevadas.