Facultad de Filosofía y Letras
agosto 2, 2017 – agosto 4, 2017
La violencia configura el cuerpo en Occidente, lo diseña, determina sus condiciones de visibilidad, la jerarquía que le da forma, su lugar subordinado y marginal en la concepción dualista de lo humano que caracteriza el pensamiento sobre la persona. La materialidad corporal es hoja en blanco sobre la que el sujeto moderno escribe cruelmente la marca del poder y de la propiedad. Por eso la carne deviene cosa, resto incómodo, fatalidad biológica, materialidad abyecta; metáfora paradójica de las anátomo-bio-tánato-políticas que se evidencian en la sociedad y la historia contemporáneas.
En la actualidad, el diseño del cuerpo es la concreción de un proyecto por el cual la materialidad de la carne deja de una ser fatalidad biológica o el resultado de la imposición de normas transcendentes y se convierta en algo que el hombre puede construir y cambiar por sí mismo, merced a su voluntad, los ejercicios y a una serie de procedimientos científicos y tecnológicos. Se pasa, así, del cuerpo-objeto al cuerpo-sujeto, porque la carne se concibe como un lugar de resistencia o un imaginario clon del individuo: su propia copia perfeccionada, el otro que quiere ser y desea que los demás perciban, la posibilidad de una vida diferente. Así, se deposita en el cuerpo la potencia de la auto-transformación, del acceso a aquello de lo que se carece, en contra de las normas sociales, o acatándolas. Lo que se puede modificar físicamente puede convertirse en la llave que habilite una nueva forma de ser. Hoy asistimos al éxtasis del cuerpo y, por ello, la materialidad corporal puede considerarse el escenario en el que se exhiben las dominantes de nuestra cultura.
Información del evento
Cuerpo, convivio y pandemia en la cultura y las artes
ISBN: 978-987-8927-24-4