Esta ponencia forma parte de un trabajo de investigación más amplio que se encuentra en curso. Se enmarca en la realización de una tesis para la maestría en Escritura y Alfabetización de la UNLP[1]. La tesis tiene por objeto de estudio las experiencias de dos maestras de primer grado en torno a la alfabetización de un grupo de niñxs y las condiciones institucionales en que se llevan a cabo. Estas experiencias transcurren en dos instituciones públicas: una ubicada en un barrio de la zona norte de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la otra en un extremo del cuadrado de la Ciudad de La Plata. Buscamos estudiar cómo se configuran las prácticas de enseñanza alfabetizadoras en primer grado de estas escuelas primarias y en qué medida estas instituciones entraman condiciones que ayudan u obturan la tarea que tienen a cargo estas docentes y, en ese marco, contribuyen a su formación en tanto enseñantes. Abordamos las experiencias a partir del diseño de un estudio de casos, tomando aportes de la perspectiva etnográfica en investigación educativa. En el transcurso del análisis del material de campo relevado, y al advertir preguntas y preocupaciones por parte de las maestras, construimos como problema central de este trabajo: cómo aprenden las maestras a enseñar a leer y a escribir (o indicios de la construcción epistemológica que las docentes realizan) en el curso de su propia práctica[2]. Pretendemos así dar respuesta a un problema educativo identificado en la bibliografía nacional y propia del nivel Primario a su vez que redunda en un asunto de la formación docente: la construcción de saberes y conocimientos para la alfabetización inicial por parte de lxs maestrxs. La ponencia se centrará en algunas consideraciones metodológicas y avances analíticos respecto de las prácticas de enseñanza que hacen a estas experiencias en los dos primeros grados.

[1] Esta tesis se escribe bajo la dirección de la Dra. Flavia Terigi.

[2] Al referirnos a las dos maestras de este estudio lo hacemos usando el género femenino en tanto ellas mismas se autodenominan de este modo pero también a fin de visibilizar que la primera línea educativa está constituida en su mayoría por mujeres. En cierto sentido, desde nuestra perspectiva, el no reconocimiento de las prácticas de las maestras se enlaza también con la invisibilización de las mujeres en el mundo laboral en general y en el lenguaje en particular, respondiendo a una discriminación más que refleja el estado social desigual. Ahora bien, cuando no aludimos a estas maestras, decidimos utilizar la letra “x” para hacer referencia al amplio universo de expresiones de género que rebasa la bicategorización reduccionista de femenino y masculino.