Última modificación: 2019-05-14
Resumen
No es mucho lo que se conoce acerca de la vida de Bión. Aún su fecha de nacimiento continúa siendo motivo de conjeturas y debates entre los críticos, quienes la sitúan entre la segunda mitad del siglo II a.C. y la primera del I a.C. Respecto de su obra, conservamos el Canto fúnebre por Adonis, transmitido bajo este nombre (Ἐπιτάφιος Ἀδώνιδος) por los manuscritos, y diecisiete breves fragmentos. También se discute si el Epitalamio de Aquiles y Deidamía es obra o no de Bión (cfr. Reed, 1997: 26-31).
En algunos de estos fragmentos puede leerse lo que consideramos un programa poético. Así, en el fr. 10 se narra cómo Eros asume el rol de maestro del poeta, aun contra la voluntad del mismo, y se explicita puntualmente qué es lo que le enseña a cantar: θνατῶν ἀθανάτων τε πόθως καὶ ματέρος ἔργα (v.11);[1] a su vez, en el fr. 3 Eros es equiparado, como demostraremos, con las Musas mismas. Teniendo en cuenta que algunos poetas helenísticos como Mosco, Apolonio de Rodas y el propio Bión han representado a este dios como poseedor de un carácter tramposo, infantil y malicioso, nuestra propuesta se basa en la idea de que esta caracterización de Eros juega un rol fundamental en la reflexión metapoética misma de nuestro autor. Argumentaremos que el programa poético de Bión, inspirado por Eros, es puesto en acto en el Canto fúnebre por Adonis. Allí la voz de la enunciación, acompañada (no casualmente) por los Ἔρωτες, narra una escena del mito sobre el amor entre Adonis y Afrodita. Creemos que es posible identificar aquí los “ματέρος ἔργα” mencionados en el fr. 10, ya que el poema tiene como protagonista a Afrodita y detalla sus acciones desde el momento en que se entera de que su amado ha muerto. Ahora bien, la diosa plasmada en esta obra difiere notablemente de la Afrodita de la tradición literaria arcaica y clásica; en estas diferencias fundamentales se basará nuestro análisis. En este trabajo intentaremos demostrar que en el Canto fúnebre por Adonis se construye de manera deliberada una Afrodita diametralmente opuesta a la diosa tradicional, y que esto obedece a un programa poético típicamente helenístico, que juega y experimenta con sus modelos y antecedentes, y en el que el personaje de Eros juega un papel fundamental.
[1] Todas las citas de la obra de Bión están tomadas de la edición de Reed (1997), que sigue la numeración de Gow (1952).