Última modificación: 2019-05-13
Resumen
Se sabe que el lexema “demagogo” y sus cognatos ingresaron a los idiomas modernos por una traducción al francés de una traducción latina de la Política de Aristóteles en el siglo XIV E.C. (Robert, 1954: s.v.), donde ya es patente el carácter peyorativo del lexema. Sin embargo, se ha discutido que ese sentido negativo haya estado en el “origen” de las palabras (Finley, 1988 [1962]; Connor, 1971; Lane, 2012). A esta dificultad se le suma la ocasionada por la escasez de testimonios conservados de los vocablos δημαγωγία y δημαγωγός anteriores al siglo IV a.n.e., la cual ha sido ya remarcada por Finley (1988:42). En efecto, los primeros testimonios que conservamos de dicho campo léxico pertenecen a la obra de Aristófanes (Eq.191, 216; R.419) y los de Tucídides (4.21.3, 8.65.3). Varios autores coinciden en afirmar que estos vocablos en su origen eran “neutros” (Connor, 1992 [1971]; Canfora, 1994; de Ste. Croix, 1996; Lane, 2012; OCD, s.v.; Pazé, 2016:114). Según Connor, de hecho, los vocablos eventualmente adquirieron connotaciones desfavorables y ni su etimología (δῆµος: pueblo, ἄγειν: guiar) ni los primeros testimonios que conservamos de él hacen creer que en su origen fuera un término peyorativo (1992: 109), pues es “el contexto, no la palabra en sí, el que está impregnado de crítica” (1992: 108-111).
El problema de esta postura es que, desde un punto de vista lingüístico, es difícil sostener la “neutralidad” de un lexema, más aún de uno perteneciente al ámbito político (Authier-Revuz, 1982:112; Bonnafous & Tournier, 1995:68; Tournier, 2002:8).
En el presente trabajo nos centraremos en el análisis del campo léxico tal como opera en Caballeros de Aristófanes –que son los primeros testimonios datables con certeza–. Es por ello que creemos que, de recurrir a la etimología, es preciso tener en cuenta los usos de los términos que lo conforman y cómo estos operan en el cotexto o entorno verbal. La hipótesis del presente trabajo es que para fijar el sentido de demagogía en Caballeros es preciso verla a partir de una palabra asociada, de la cual sólo nos llegaron cuatros testimonios: γερονταγωγεῖν (1099, cfr. S.OC. 348, fr.487; Com.Adesp.11 Kock).