El objetivo de la presente ponencia es analizar el prólogo de Traquinias para resaltar rasgos de continuidad y ruptura dentro de la obra del propio autor y con respecto a otros autores de tragedia. A su vez, se pretende reflexionar acerca de la construcción del texto teatral a partir del concepto de comunicación dual.

El prólogo de Traquinias de Sófocles se presenta como un ejemplo particular para explorar diferentes cuestiones. En primera instancia, condensa características que son comunes a todos los prólogos de las restantes obras del dramaturgo: trabaja con información mínima, tiene un carácter preparatorio y provoca un impacto al transmitir un sentimiento de urgencia y crisis. Sin embargo, su forma monológica lo distingue de todos los demás y lo hace único en el corpus de Sófocles. Se trata de la única tragedia que comienza con un parlamento extenso. En este sentido, Traquinias provee la aproximación más cercana a un prólogo formal, dado que Deyanira parece estar ubicada fuera de la acción y hablando con la propia audiencia (Hulton, 1969: 49-56). A su vez, estas características acercan el texto de Sófocles a la obra de Eurípides, no sólo por la forma que adopta el prólogo, sino por la inclusión del motivo de la mujer abandonada y por el lenguaje con el cual la heroína expresa su dolor, ambos rasgos distintivos de Andrómaca. (Macurdy, 1911: 98).

En segunda instancia, dicho parlamento ofrece particularidades que invitan a reflexionar acerca de la construcción de la obra. Poe (1992: 146) identifica en la tragedia un sistema de comunicación dual constituido por dos niveles. En un primer nivel, los personajes se comunican entre sí. En un segundo nivel, esa comunicación tiene como destinatario a la propia audiencia. En el caso de Traquinias, el parlamento inicial ofrece una instancia a partir de la cual es posible analizar ese segundo nivel de comunicación, dada la ausencia de un destinatario definido.

Finalmente, los versos de apertura presentan una tercera característica importante para la construcción de la pieza. La mención de un oráculo define la acción desde el inicio y la obra termina cuando este se ha cumplido. La profecía aparece, entonces, como un recurso que cumple diferentes funciones. Por una parte, el espectador es preparado desde el inicio para lo que sucederá (Webster, 1932: 147). Por otra parte, el oráculo es importante para el diseño total del texto, ya que se trata de un microrrelato que pre-presenta la historia. De esta manera, la trama aparece contenida en la propia obra.