Última modificación: 2019-06-10
Resumen
La parodia literaria supone la recuperación y distorsión de un modelo y por esta razón aparece a primera vista como un ataque en su contra. Sin embargo, no siempre es así ya que el objetivo de ataque y el hipotexto a menudo no coinciden, como sucede en Luciano, donde la parodia puede tener una recepción diferente con respecto al modelo utilizado. Así, el modelo puede llevar la función de paradigma al punto de ser un objeto de canonización, mientras que la parodia aplica sobre él una metáfrasis desacralizadora (Camertotto, 2010).
La producción de Luciano hunde sus raíces en la diatriba cínica y combina tonos serios con satíricos y, en ocasiones, didácticos. La mixis es, en tanto mezcla sistemática controlada siempre por la conciencia literaria, el instrumento predilecto para la parodia en Luciano y, gracias a ella, sus textos no solo se nos muestran como una creación literaria sofisticada, sino que nos atraen la atención sobre la manera en que leemos su sátira. En efecto, el balance entre lo serio y lo cómico sugiere que la sátira apunta, en primera instancia, al entretenimiento, pero al mismo tiempo puede y va ser usado como medio de persuasión.
Leer Vera Historia es encontrarse con un entramado complejo de relaciones intertextuales que desafían al lector. Sobre la base de la creación literaria una mixis de todo tipo de textualidades, de géneros diversos y alejados entre sí, de una multiplicidad sorprendente de hipotextos y estilos variados que piden ser reconstruidos. La parodia de la tradición historiográfica antigua es, en este sentido, un elemento constitutivo importantísimo en la obra y la manera en la que Luciano juega con ella nos demuestra que estamos frente a un θαυματοποιός de la literatura, como quiso llamarlo Camerotto (2010).
En el siguiente trabajo nos proponemos analizar de qué manera convergen en el episodio de la luna dos modelos historiográficos que la tradición crítica y literaria antiguas consideraron disonantes y, acaso, opuestos: el de Heródoto y el de Tucídides.
Por un lado, los historiadores clásicos son el medio privilegiado a través del cual el autor construye su propia persona. Al imitar e invertir las reglas de la historiografía, Luciano con frecuencia se iguala a los historiadores: su relato es uno autóptico y su narrador, que se construye en el transcurso del texto mismo, está dotado de un ethos particular cuya importancia radica en que pone de relieve la naturaleza ficcional del relato. Al mismo tiempo, el narrador construye episodios a la manera de algunos historiadores clásicos. La utilización de Luciano de la historiografía clásica aquí no responde meramente a una imitación estilística, sino que desempeña una función mucho más importante, pues nos enfrenta a la dualidad de la ficción antigua donde el realismo convive, no sin tensión, con lo fantástico.