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Este trabajo se propone analizar el lugar de enunciación que construye Ramón del Valle Inclán en Femeninas. Reconocemos en su escritura un “comportamiento” asociado a las distintas aristas que puede tener la figura del intelectual moderno desarrolladas por Edward Said en su libro Representaciones del intelectual y por Carlos Altamirano en Intelectuales. La figura del intelectual nos interesa, principalmente, por el desarrollo que tuvo durante todo el siglo XX en el campo artístico y científico. Pensar al narrador como intelectual nos permite articular los artificios del texto bajo el eje de la búsqueda hacia nuevas formas que se traducen en la aparición de una voz singular. Esta nueva estética se comprende a la luz del fin de siglo y de la estética modernista. En Femeninas, la voz se constituye sobre la memoria de la conquista de América, que será el territorio sobre el cual el narrador proyecta el afán mundonovista y cosmopolita de la modernidad, al mismo tiempo que da cuenta de las competencias individuales que lo convierten en una voz autorizada para proponer nuevos modelos de aprehensión de la realidad. Estos modelos desafían la tradición desmitificando la existencia de dualidades que constituyen el discurso oficial. Por medio de la ruptura de las formas establecidas del lenguaje, las actitudes morales entre las que se deliberan los personajes, las interrupciones en la narración y el tópico americano, el narrador realiza esta misión en el encuentro con una estética que le permite informar la realidad desde lo simbólico construyendo una contingencia para el acercamiento a lo real.

narrador; intelectual; imaginario americano; modernismo