Última modificación: 2023-04-05
Resumen
"riverrante, pasando Eva y Adán, de curva ribereña a codo de bahía, nos trae por un comodioso vicus de recirculación de vuelta a Howth Castle y Environs" (2016:1); las primeras líneas del Finnegans Wake son una muestra indudable de cómo incorpora la literatura irlandesa su propio espacio cartográfico en sus textos. A lo largo de los años, la ficción ha evocado y presentado la ciudad de Dublín en toda su complejidad y riqueza.
En particular, la obra de O’Brien presenta a Dublín como “un mapa fenomenológico donde se puede re-imaginar y expresar la ciudad a partir de su estilo prosaico idiosincrático” (Travis, 2013:187). Así, en “Drink and Time in Dublin”, cuento publicado en 1946 bajo el seudónimo Myles na gCopaleen, la capital irlandesa se introduce como un espacio urbano signado por el consumo de alcohol. Aquí, como menciona Deleuze (2008), esta acción de beber “eleva la operación de los cuerpos a la superficie del lenguaje” (2008:46), generando una relación estrecha entre consumo, ciudad y lengua.
Consecuentemente, “Drink and Time in Dublin” retrata un espacio que construye la cartografía urbana de la ciudad de Dublín indisociable de la ingesta de alcohol que, a su vez, problematiza un escenario ya conocido por la tradición literaria nacional y presenta una mirada satírica del estereotipo irlandés.