Encuadradas en la Ley Nº 418/2000 de la Ciudad de Buenos Aires y la Ley Nacional Nº 25.673/2003, y a partir de la implementación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y el Programa de Salud Reproductiva y Procreación Responsable de la Ciudad de Buenos Aires, en el campo de la salud pública, se ponen en marcha una serie de políticas públicas destinadas a abordar la “salud sexual”, la “salud reproductiva” y la “procreación responsable” de lxs ciudadanxs que se acercan a las instituciones públicas de salud.

Sin embargo, se observa que desde algunas de estas instituciones se trabaja, más específicamente, con las mujeres, relegando la participación de los varones (jóvenes y adultos) en esta temática. De esta manera, las mujeres son quienes, por ejemplo, pueden recibir una consejería respecto a salud sexual y/o salud reproductiva a partir de la demanda espontánea propia de un método anticonceptivo (MAC), o por el contrario en consultas de atención médica donde no hay una solicitud de MAC o en los espacios de pediatría donde atienden la salud de lxs niñxs.

De esta manera se pone en tensión qué entienden lxs profesionales de la salud por “Garantizar a toda la población el acceso a la información, orientación, métodos y prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y procreación responsable” y por realizar un abordaje integral en el proceso de salud-enfermedad-atención/cuidado, según lo establecen los marcos normativos respecto a salud. En este sentido, muchas veces para lxs profesionales de la salud, estas mujeres: “¡no pueden irse sin un método!”.

Este trabajo intenta problematizar, desde un enfoque socio-antropológico y desde la  perspectiva de género, los discursos/prácticas/intervenciones que llevan a cabo lxs profesionales de la salud, a partir de las cuales se crean una serie de dispositivos que intenta promover los derechos de lxs ciudadanxs, pero que al mismo tiempo, ligados a ellos, se encuentran representaciones sociales y dispositivos -¿disciplinares?- que (re)producen tipos específicos de ejecución de política(s) pública(s). En este sentido, la promoción del uso de un MAC a todas aquellas mujeres que pasan por los programas de salud en la Ciudad, pone de manifiesto una serie de prácticas que conllevan un amplio escenario de imaginarios sociales, políticos, culturales, sexuales, etc. Es en este punto donde radica el interés de indagación, ya que, a partir de insertarnos como Trabajadoras Sociales en los Programas de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, comenzamos a cuestionar(nos) estas maneras de intervenir con lxs sujetxs, específicamente con las mujeres que se atienden en las instituciones de salud pública.