En este trabajo se analiza la conturbada trayectoria de Irmgard Micaela Burchard (1908-1964), comerciante de arte en Suiza y más tarde pintora, la cual reúne algunas de las principales dificultades que enfrentan las mujeres artistas para consolidar sus carreras a lo largo del siglo XX.

Asistente de la Galería Der Sturm, en Berlín, donde muchas mujeres artistas han exhibido sus obras a lo largo de la década de 1920, Irmgard Burchard será la propietaria de una pequeña galería en la década de 1930, manteniendo un intenso contacto con artistas vinculados al expresionismo alemán, como Klee y Kandinsky, incluso cuando ya había buscado refugio en Suiza, a partir de 1934. Sin embargo, a menudo será recordada en este momento como la esposa del pintor suizo Richard Paul Lohse (1902-1968), con quien permaneció casada de 1936 a 1939. Sólo recientemente se está recuperando su importante papel en la organización, junto con el crítico de arte británico Herbert Read (1893-1968), de la exposición antifascista "Twentieth Century German Art", ocurrida en Londres en 1938. Su carrera como pintora, sin embargo, que comenzó en Brasil, donde se refugió en 1941, sigue en el ostracismo, y en catálogos de subastas, principal fuente de información acerca de su trabajo artístico, en ausencia de una mayor fortuna crítica, sus pinturas se clasifican a menudo como arte brut o naïf, otro topos crítico comúnmente aplicado al trabajo de artistas mujeres que producen sus obras fuera del sistema académico. Se pretende, en definitiva, analizar en este artículo cómo las cuestiones relacionadas con el género, asociadas con otros problemas circunstanciales, como el antifascismo y el exilio, tienen impacto en la problemática construcción de la carrera artística de Irmgard Burchard.