Eventos Académicos, XIII Jornadas Nacionales. VIII Congreso Iberoamericano de estudios de género

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Cuerpos revolucionarios, cuerpos para la guerra, cuerpos para la libertad: las mujeres del Kurdistán
Romina Misenta

Última modificación: 2018-11-27

Resumen


Las mujeres Kurdas, habitantes de cinco estados diferentes, sin ser ninguno el propio, transitan una doble subalternidad: étnica, por un lado, y de género, por otra. Incluso una tercera, religiosa, en muchos casos.

Perseguidas y asesinadas; torturados y vejados sus cuerpos; prohibidas sus manifestaciones culturales desde hace siglos, en la última década se ha sumado, a causa de la omnipresente expansión imperialista de las potencias occidentales en Medio Oriente, el asedio de Daesh (ISIS) y sus aliados, con la consiguiente amenaza de la aniquilación total de sus modos de vida.

En este contexto, en el año 2012 surgieron las Unidades de Protección Femeninas (YPJ), fundadas sobre la base del Ejército de Mujeres, formado en la década de los noventa, que aún sigue activo.

La formación de Unidades de combatientes femeninas adquiere una doble función estratégica por parte de este proyecto de “sociedad nueva”. Se trata también de reformular los vínculos jerárquicos hacia un ejercicio igualitario del poder entre géneros.

A lo largo del presente trabajo, intentaré demostrar que, según surge de los testimonios de las mujeres luchadoras, es justamente esa misma puesta en acto la que les otorga entidad significativa en tanto mujeres. Esta praxis corporal, tiene dos momentos: el inmediato, que se encuentra al servicio de la subsistencia misma, pero está fuertemente enlazado con el objetivo último de una refundación social, de carácter colectivista y feminista. En este sentido, los cuerpos no son uno, es decir individualidades reunidas, sino que son un todo, un solo cuerpo colectivo.

Este devenir colectivo es visto como un objetivo humanista y de oposición al capitalismo como jerarquía ordenadora social y como fundamento económico de los vínculos humanos.

La liberación buscada no tiene que ver sólo con el Estado Islámico y el antiguo reclamo de contar con un Estado Kurdo, sino principalmente con la de las normas sociales que pesan sobre los cuerpos de las mujeres. Por ello, los cuerpos para la guerra son percibidos como opuestos a los cuerpos para las tareas de reproducción social, siendo estas últimas vistas como un sinónimo de esclavitud.

En esta misma línea, los cuerpos son parte de la naturaleza, tal como plantean Vandana Shiva y María Mies, las masculinidades hegemónicas son parte de la explotación capitalista de la tierra y tienen su correlato en la de los cuerpos de las mujeres.

Palabras clave


Mujeres- Kurdistán- YPJ- Confederalismo democrático

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