Última modificación: 2018-11-27
Resumen
Resumen
El Derecho a la Salud forma parte de los Derechos Humanos y es una prolongación del derecho a la vida. Por lo tanto, debería estar garantizado para todxs como sujetos plenos de Derecho. Sin embargo, la accesibilidad al Sistema de Salud tiene una distribución desigual.
La discriminación, la estigmatización y la consecuente exclusión social de las chicas trans, dificultan la accesibilidad a las instituciones asistenciales y consecuentemente al diagnóstico oportuno. La Ley de Identidad de Género (26743/2012) es un avance importante pero no suficiente, hay que acompañarlo con una auténtica participación y movilización de los grupos implicados. Además, se requiere pensar críticamente nuestras prácticas, de-construir saberes y si es necesario construir nuevos.
Desde 2011, con la iniciativa conjunta de ATTTA y del Hospital Muñiz, se desarrolló la construcción de un dispositivo, Grupo de Pares Trans-Vivir para mejorar la salud integral de las personas trans con una modalidad participativa, interdisciplinaria e intersectorial orientado al empoderamiento, a la no discriminación y des-estigmatización del colectivo.
El dispositivo, en consonancia con los avances en materia legislativa y social, produjo efectos terapéuticos no solo hacia las beneficiarias internadas sino también hacia el interior del grupo. La transformación en la subjetividad de las chicas fue un proceso, que aún hoy, resulta inesperado y difícil de dimensionar. Pero las mujeres trans no están ajenas al maltrato y la vulneración del género femenino. Se les exige cumplir con cánones de belleza como al resto de las mujeres, pero como históricamente su construcción de la identidad femenina estaba dado por la pregnancia de la imagen, estaban dispuestas a someterse a cualquier práctica aún a riesgo de su propia vida. Afortunadamente cuanto mayor es el avance en término de derechos conquistados, donde la apoyatura de la identidad está dada por otros parámetros que no son sólo los de la imagen sino desde una apoyatura legal y simbólica menor es el sometimiento... La hormonización y las cirugías de adecuación al género representan vías facilitadoras para el logro de bienestar psíquico, pero constituyen un riesgo cuando sólo están al servicio de modelos hegemónicos de lo femenino. Además si bien para muchas la construcción de lo femenino iba en consonancia con el trabajo sexual como única inclusión laboral, ahora la diversificación laboral incipiente permite otros modelos identificatorios.