Este trabajo se divide en tres partes. En la primera, contamos una experiencia de Laura, profesora de la Universidad Nacional de La Plata, al llevar la práctica de la filosofía a la escuela anexa de la universidad con chicas y chicos pequeños. Por azar, lo que parece una frustración se vuelve un encuentro, una condición, una oportunidad para repensar la propia tarea y las condiciones de hacer filosofía con chicas y chicos. En una segunda parte, presentamos un principio para la educación del inventor de la educación popular en América Latina, Simón Rodríguez: inventamos o erramos. Tras desplegar posibles sentidos de esta alternativa para pensar la tarea escolar, en una tercera parte mostramos algunos aprendizajes que esa alternativa nos ayuda a pensar a partir de la experiencia de Laura. Se trata de afirmar y explorar sentidos de la invención para la educación, de una maestra inventora que, tiene, como primera tarea, la de inventarse un lugar para sí misma en el seno de las instituciones educativas.