Tamaño de fuente: 

Tradicionalmente, se reconoce la importancia y la riqueza del arte pre hispánico boliviano así como la de su arte colonial, en especial el de las escuelas de Potosí y del Collao. Sin embargo, la historiografía del arte latinoamericano ha dejado practicamente de lado la vasta producción artística boliviana del siglo veinte, como los movimientos muralistas surgidos en la década del 50, con obras inspiradas en las reivindicaciones sociales de la Revolución Nacional de 1952.  Otro ejemplo, que se investiga en este trabajo, es la emergencia de una nueva generación de artistas a la que el crítico de arte boliviano Pedro Querejazú denominó como ¨La nueva generación¨ o ¨Generación del 75¨, en referencia al grupo de artistas bolivianos nacidos a mediados del siglo veinte, que iniciaron su actividad bajo las dictaduras de Hugo Banzer Suarez (1971-1978) y la de Luis García Meza (1980-1981).  Se toma como punto de referencia para su surgimiento a la Primera Bienal INBO (Inversiones Bolivianas), realizada en 1975 en el Museo Nacional de Arte, La Paz. En este escenario, los artistas de ¨La nueva generación¨ hicieron su irrupción en el ámbito artístico boliviano. Como característica distintiva respecto a los de la generación anterior (¨Artistas del 52¨) podemos mencionar la incorporación de nuevas técnicas y procedimientos plásticos en sus obras, como así también la propuesta de nuevos planteamientos temáticos. Uno de los objetivos aquí es analizar la participación y producción de estos artistas en las tres ediciones de las Bienales INBO, haciendo foco en la coyuntura política. También, comprobar cómo la introducción de cambios en el lenguaje plástico permitió que aparecieran nuevas modalidades de denuncia en ese contexto dictatorial, y por último, verificar continuidades de esas prácticas en décadas posteriores.

Bolivia; pintura contemporánea; Bienales INBO