Tamaño de fuente: 

Se trata de pensar en las dramaturgias del actor como ejemplo de pensamiento fronterizo que emerge en ese espacio donde se articulan las diferencias de poder entre los diseños globales y las historias locales; espacio que tiene una localización tanto física –el cuerpo-, como imaginaria – la corporeidad. La dramaturgia del actor evoluciona como una enunciación artística fracturada desde una perspectiva subalterna, como respuesta al discurso y a la perspectiva hegemónica del proyecto de la modernidad. Implica un doble proceso: ora de comprensión -del dispositivo coercitivo que se inscribe en los cuerpos dóciles- ora de creación -de otro dispositivo que apele a la capacidad autopoiética, autoconstructiva- que finalmente se proyecta en un proceso analítico, crítico y descolonizador de los dispositivos normativos hechos cuerpo - carne con memoria-  y que permite la emergencia de paradigmas otros en el campo del arte, diversos y utopísticos. La producción de dramaturgias de actor se objetiva a partir de y en “lo que comparten quienes han vivido o aprendido en el cuerpo el trauma” (Mignolo, 2003), y desde esa base elaboran su salto ontológico para construir metáforas escénicas. Sólo de identidades fracturadas que establezcan un vínculo por afinidad, una identidad política, emergerán paradigmas otros, dramaturgias otras.

dramaturgias del actor; pensamiento fronterizo; cuerpo