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El relato historiográfico del arte suele caracterizar el arte virreinal americano como puramente religioso, así como el arte posrevolucionario como desacralizado. Esta concepción en la que la producción artística es caracterizada como una sucesión de cesuras estilísticas determinadas por   quiebres   sociopolíticos   impide   abordar   una   serie   de   problemáticas   que   resultan   de fundamental interés para comprender la complejidad del período. De esta manera, proponemos un enfoque donde puedan estar presentes  las discontinuidades y grietas que permiten vislumbrar una serie de negociaciones y diálogos ocurridos entre las imágenes religiosas y los intereses políticos durante el período rosista (1829 – 1852). La aproximación a esta temática será abordada a partir del análisis del conjunto escultórico de El pecador arrepentido, actualmente ubicado en la Casa de Ejercicios Espirituales, que funcionó como altar callejero en las procesiones religiosas de Buenos Aires durante el siglo XIX.  Esta obra nos abre el camino hacia una serie de problemáticas del arte del  período  que  ponen  de  manifiesto  las  negociaciones  y  concesiones  entre  la  institución eclesiástica y el aparato político rosista, como así también las alteraciones a las que son sometidas las imágenes religiosas en función del contexto político y los sentidos que se buscan omitir, quebrar o exacerbar.

política; rosismo; imágenes religiosas; devoción