Última modificación: 2017-11-13
Resumen
El objetivo de este trabajo es explorar, en las dos novelas seleccionadas de qué manera se entrecruzan imaginarios igualmente violentos en torno a la producción de cuerpos vulnerados, sacrificados, ya sea a través de tecnología de poder, que los ubican en el centro de una escena plural e infinita de disciplinamiento, tortura e invisibilización; ya sea como resultado de la producción de cuerpos abiertos voluntariamente al sufrimiento y al placer en la escena erótica sadomasoquista, en la que se pone en crisis el modelo heteronormativo por medio de las tecnologías del yo. Así, el cuerpo se hace presente en Dos veces junio de Martín Kohan y El mendigo chupapija de Pablo Pérez, desnudo, como materialidad carnal en la que se escenifica la violencia del poder o como espacio de un ritual erótico SM a través del cual deviene CsO.
En ambas novelas, se pueden recortar una serie de aspectos en común que permiten pensar la relación entre ambas con la forma del quiasmo. Esta figura construye un recorrido que va desde la crueldad del bíopoder, en la que se manifiesta el paradigma inmunitario moderno que divide los cuerpos y determina su destino de vida o de horror, hasta la experiencia erótica en la que sufrimiento y placer se confunden en el límite exacto en el que afirmación de la vida y peligro de disolución, discontinuidad y continuidad, se tocan.