Última modificación: 2017-11-13
Resumen
A partir de ciertos materiales estéticos que focalizan su atención en la historia de nuestro pasado reciente y los devenires que atraviesan a experiencias familiares particulares, nos interesa esbozar ciertas formas de inscripción del pasado traumático en el presente, teniendo en cuenta la emergencia de una memoria impersonal que imprime otro modo de narrar experiencias vitales, otra presencia del tiempo en los cuerpos y las fuerzas afectivas que de allí se desprenden.
Tiempo suspendido (2015) es el documental que Natalia Bruschtein realizó sobre la vida de su abuela paterna, Laura Bonaparte, poco tiempo antes de su muerte. Luchadora incansable por los DD.HH. –tiene tres hijos desaparecidos- la paradoja que funda este acercamiento se relaciona con la demencia senil que afecta a Laura en su vejez, y despierta otras dimensiones de la memoria y del olvido. “¿Cómo puede una persona que dedicó su vida a luchar contra el olvido y a favor de la memoria de una injusticia social padecer un mal como la pérdida de la memoria? se pregunta su nieta y es desde esa zona de incertidumbre que acompaña a su abuela y al resto de la familia en esta filmación. ¿Qué otros modos de relación activa la enfermedad?, ¿qué tensiones se abren en los modos de narrar una historia familiar?
Desde esta serie de interrogantes pretendemos reflexionar sobre los componentes intensivos que atraviesan a los cuerpos, la violencia que la historia ha ejercido sobre ellos y sus posibilidades singulares – pese a todo- de irrupción y persistencia.